Muchas personas aprovechan las vacaciones de verano para someterse a una cirugía programada. Ya sea una intervención digestiva, una hernia, una colecistectomía o una cirugía mínimamente invasiva, el verano ofrece tiempo libre para descansar y recuperarse sin interrupciones laborales. Sin embargo, el calor y las condiciones propias de esta estación también pueden suponer un reto.
Si tienes una operación prevista para los próximos meses, aquí te dejamos consejos prácticos para una recuperación más llevadera y segura durante el verano.
1. Hidratación, tu mejor aliada
Las altas temperaturas aumentan la pérdida de líquidos a través del sudor. Si estás en proceso de recuperación, es aún más importante mantenerte bien hidratado para favorecer la cicatrización y prevenir problemas como el estreñimiento postoperatorio.
✅ Consejos:
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Bebe al menos 1,5 a 2 litros de agua al día.
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Evita bebidas azucaradas, alcohólicas o con cafeína.
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Puedes alternar con caldos suaves, infusiones frías o agua con unas gotas de limón.
2. Cuida tu alimentación
Después de una cirugía digestiva u otra intervención abdominal, lo ideal es optar por una dieta suave, ligera y equilibrada, que no sobrecargue el sistema digestivo y que ayude al cuerpo a regenerarse.
🍽️ Qué comer:
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Frutas frescas como manzana, melón o sandía (sin piel ni semillas).
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Verduras cocidas o al vapor.
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Proteínas suaves como pollo, pescado blanco o huevos cocidos.
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Lácteos bajos en grasa si los toleras bien.
🚫 Evita: fritos, embutidos, platos muy especiados, alcohol y comidas copiosas.
3. Evita el calor extremo
El calor excesivo puede empeorar el malestar general, dificultar el descanso y aumentar el riesgo de infecciones en heridas quirúrgicas. Protégete del sol y mantente en lugares frescos durante los primeros días.
🌡️ Recomendaciones:
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Quédate en casa durante las horas de más calor (12h a 17h).
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Usa ropa suelta, de algodón y colores claros.
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Si tienes aire acondicionado, mantén una temperatura agradable (22-24ºC).
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Ventila la casa por la mañana temprano o por la noche.
4. Cuida tu herida quirúrgica
Las altas temperaturas y el sudor pueden aumentar el riesgo de infecciones o retrasar la cicatrización.
🩹 Consejos para el cuidado de la herida:
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Mantén la zona limpia y seca.
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Sigue las instrucciones médicas para las curas.
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Evita aplicar cremas o productos sin indicación profesional.
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No te bañes en piscinas, ríos o el mar hasta que esté completamente cerrada.
Y recuerda: ante enrojecimiento, secreción o dolor anormal, consulta con tu cirujano.
5. Descansa, pero con movilidad
El descanso es esencial, pero también lo es moverse con suavidad, especialmente tras cirugías digestivas. Estar activo (dentro de lo posible) ayuda a prevenir complicaciones como trombosis o estreñimiento.
🚶 Recomendaciones:
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Camina por casa varias veces al día.
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Haz pequeñas pausas para estirarte si pasas mucho tiempo tumbado.
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Evita esfuerzos y movimientos bruscos, sobre todo si tienes puntos.
6. El sol y los puntos… no son buenos amigos
Una exposición directa al sol puede afectar la pigmentación de la cicatriz y volverla más visible o irregular. Protégete bien si sales al exterior.
🧴 Usa protector solar de SPF 50+ en la zona de la cicatriz (una vez cerrada) y cúbrela con ropa siempre que puedas durante los primeros meses.
7. Mantén el contacto con tu equipo médico
Aunque sea verano y parezca que todo se paraliza, tu equipo quirúrgico sigue ahí para ti. No dudes en comunicar cualquier duda o molestia, incluso si crees que es algo leve.
En IOCIR acompañamos a nuestros pacientes también en verano, con seguimiento médico y asistencia personalizada para que la recuperación sea tranquila y segura.
En resumen
Operarse en verano es perfectamente viable si se toman ciertas precauciones. El calor requiere prestar atención a la hidratación, la exposición solar y el cuidado de la herida, pero también ofrece ventajas como más tiempo para descansar o menos estrés laboral.
Escucha a tu cuerpo, cuida tu alimentación y apóyate en tu equipo médico. Así, podrás aprovechar el verano para cuidarte y volver más fuerte que nunca.